Estoy segura de que tanto como ustedes como yo deben estar más que felices de saber que hoy va a ser mi primer día en el ritual de la lluvia.
Mi mamá nos ha contado tanto sobre este ritual en donde recibimos un regalo de entiendo que los mismos que hicieron el muro fueron los mismos que mataron a mis ancestros, fueron ellos los que han causado el cielo, un regalo que me dejará parecerme a mi mamá y crecer. Esto me hace estar bastante nerviosa, por el simple hecho de nacer y hacer lo mismo que hacían mis antepasados hace años atrás en este mismo lugar.
Aunque de cierta forma, también se han ido, extrañamente se han ido y han llegado extraños objetos que nos rodean y crecen mucho más rápido que mis hermanas. Mamá dice que escucho gritos cuando mis abuelos se fueron, pero pudo observarlos porque había algo que los cubría. Pero me asegura que están bien en algún lado atrás de ese muro. Es por ello que quiero crecer y poder verlos ver por primera vez.
Pero volviendo a el ritual, escuche a las demás que este día será especial porque la diosa lluvia no ha venido en meses. Mientras estaba en las ramas de mamá escuchaba que nos contaba sobre el ritual, en donde mis hermanas bailan al son del movimiento del largo cabello verde de mamá mientras reciben el regalo del cielo.
No ha venido hace mucho la diosa pero justo el día de hoy, que voy a nacer llegará. Mientras mis hermanas bailan, observo un cielo bastante azul cuando abro mis
ojos por primera vez y mientras me estiro veo que se nubla el mismo. Le pregunto a mamá que ocurre y ella con un dulce tono me exclama – ¡Ha llegado! prepárate Raen, ha llegado la hora de tu primer ritual.- Con gran emoción trato de bailar como las demás y empiezo a sentir en mi rostro, un extraño líquido el cual recorre mis hojitas.
A los pocos minutos empieza a caer más fuerte y escucho unos gritos bastante lejos de donde estoy. Por supuesto, nadie más lo escucha por el ritual lleno de baile y alegría hasta que llega un líquido de color extraño y me empiezo a sentir algo extraña, mis hojas empiezan a encogerse. Me mareo y me falta la respiración hasta que me duelen mi raíces y no aguanto el dolor hasta que me hace llorar desvaneciéndome hacia un lado, sintiendo el dolor de mis hermanas, de mi mama al vernos fallecer y la lluvia que anuncia con desesperación que el ritual se ha terminado para siempre.
Y las cosas han cambiado, porque esto y me ha dolido el alma, que mientras ellos están atrás de esos muros yo estoy muriendo, esperando a morir y ellos sin saber que gritamos por este líquido de ese mismo lugar, el lugar que me quito la vida.
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