Escucho, pero también siento!

Captar un sonido o una vibración es un reflejo de la fuerza que tenemos todos los seres vivos.

Los seres vivos tenemos la habilidad de escuchar distintos tipos de sonido al mismo tiempo. Podemos sentir aquellos que son leves y tranquilos como un reflejo de paz interior. Podemos sentir otros que son fuertes, constantes y que llegan como punzones al oído que generan molestias. Tenemos sonidos que nos gustan y otros que nos disgustan. Los percibimos de lejos, de cerca y a media distancia; son captados en primer, segundo y tercero plano. Incluso podemos percibir, con mayor destreza, por el canal izquierdo y por el canal derecho.

Un sonido nos ubica. Un sonido nos informa. Puede ser capaz de ponerte la piel de gallina cuando su volumen es alto y emotivo. Los encontramos de todas formas, colores y sabores. Está presente en la música que escuchamos a diario. En el diario convivir de los humanos a través del intercambio de palabras producido por las cuerdas vocales. Está en los perros, gatos, pájaros e insectos que se comunican a través de ladridos, maullidos y silbidos. También son parte de acciones cotidianas como morder una fruta, abrir la tapa de una botella, tipear en un teclado, los motores de los autos, el agua corriendo por una vertiente o cayendo del grifo.

Los sonidos y las vibraciones son parte de la vida, son parte incluso de nuestro organismo. Se encuentran de manera natural o artificial. Son un símbolo de vida, son un símbolo de ‘estar’.

Para descubrir mi espacio a través del sonido fabriqué un diario sonoro de los sonidos y vibraciones más importantes y llamativos que capté desde el martes 24 al domingo 29 de noviembre.

Martes 29 de noviembre

Las aves te avisan que un nuevo día ha comenzado. En lugares rurales, son los gallos quienes con su canto te ponen alerta para comenzar tu día. En zonas más urbanas, son pájaros más pequeños y algo más coloridos aquellos que cumplen dicha función. 8:34 am. Están posados en las alturas de los postes de luz. Cantan y silban, se comunican entre ellos. Pero también se relacionan con los humanos a través de su sonido, despiertan la astucia de los gatos que los buscan por las alturas. Un sonido que evoca emociones, y agudiza sensaciones.

Lo dije antes. El cantar de los pajaritos llama a la atención de más de una especie. Mi gato en el patio, acostado mientras sus ojos se pasean por el cielo. Está esperando a que algún amigo volador baje y se divierta con él. A través de maullidos más graves observa a una potencial presa. Mientras tanto, golpeo despacio la ventana para que su mirada pase de las aves a mí. Sin resultado, continúa viendo su horizonte, con las avecillas que fortalecen su cantar.

Miércoles 25 de noviembre

Empezó el concierto canino. El camión del gas, los taxis y demás autos normales circulan por la calle de mi urbanización. Pero la sinfonía de los amigos de cuatro patas empieza cuando otros perros y sus dueños ponen en acción su paseo de media mañana. Ningún perro ladra con la misma fuerza o en tonos parecidos, cada quien produce un sonido en específico que crea un mix entre cada uno. Unos más cerca, otros más lejos, cada uno se siente. Mientras tanto, los pajaritos acompañan el estruendo de los ladridos y aullidos con leves silbidos.

El viento es otro componente vital capaz de hacer sonido. Muchas veces, con el fin de evitarlo, usamos micrófonos que eviten el estruendoso y escandaloso sonido del viento. Con un aspecto de ‘vacío’, la tarde del miércoles fue fría y tormentosa. Silbidos invisibles invadían el momento, árboles moviéndose de izquierda a derecha y los cables en los postes bailando sin sesar. Sonidos y vibraciones del viento que siempre tiene algo qué decir.

 

Jueves 26 de noviembre

Las estrellas resplandecen en el cielo, las especies diurnas están durmiendo y la tranquilidad humana prevalece. Excepto aquellos artefactos fabricados por los humanos. Son estos los que cobran vida y se convierten en espectros más audibles por las noches. El reloj apuntaba a las 10:23 pm. Sorprendentemente, ningún pájaro silbaba, los grillos aún no empezaban a dejarse oír, como máximo uno que otro ladrido estaba de fondo. En realidad, el sonido más fuerte y predominante es la sirena de un auto mientras circula por la vía. 

Domingo 29 de noviembre

El agua trasciende fronteras, espacios, incluso seres vivos e inertes. La fuerza del agua es inmensa. Suena mientras fluye en el río, mientras alguien la toma y también cuando los humanos la obtenemos del grifo. La grabación comienza con mi gato tomando agua desde su plato. Mientras que con los siguientes sonidos intenté rescatar la frecuencia, potencia y fuerza del agua que cae del grifo.

 

Escucho y también siento.

 

 

 

en_USEnglish